El gran soñador (1971)
EL GRAN SOÑADOR. AÑO 1971.
Magistral pintura de juventud de J. C. Carmona
Metamorfosis final de lo humano, el espectro mortal irradia vida gracias a la mágica intervención de un joven cerebro privilegiado que a la edad de veinte años manejaba con destreza sin igual la espátula y el pincel, impregnando de belleza nuestro espíritu, atrapado en la contemplación de esta hipnótica creación que hace el número ocho de una decena de pinturas del mismo formato donde la ampliada imagen de una "Vanitas", rica en matices de impactante colorido, se erige en protagonista, invitándonos a adentrarnos en nuestro profundo y común "Sueño Eterno".
Nos fundimos con la materia cósmica, liberados para siempre de la tiranía de nuestro ego, cimentado sobre las ficticias bases de la ambición, la riqueza y el poder, salvo loables excepciones dotadas de profunda y sincera espiritualidad que navegan contracorriente en medio del caos generado por la delirante sinrazón humana, como es el caso de este sempiterno jovial y genial pintor.
Qué importa el credo, la ideología o la raza...!! Ya se sea alto o bajo, gordo o flaco, guapo o feo, joven o viejo, rico o pobre, sabio o necio la imagen de la canina o calavera es nuestro fiel autorretrato o, como se diría hoy en día, nuestro más auténtico selfie.
Y he aquí la certera y visceral interpretación de esta colosal pintura, manuscrita de puño y letra en el dorso del cuadro por ese entonces joven, visionario y prolífico pintor, que forma parte, asimismo, de su impactante autobiografía El Talento Oculto:
EL GRAN SOÑADOR
"Esta pintura es una crítica sobre la ambición del ser humano que se cree dueño de todo, no respetando nada... Contamina todo lo que toca: aire, mares, ríos, alimentos, etc... Su soberbia es igual a su avaricia desmedida. Su negocio es la guerra y la sangre, y la humillación a los débiles. Por eso la humanidad nunca conocerá la felicidad y así será siempre... Los seres humanos nacen ya y sin remisión derrotados. Sin embargo, yo intentaré luchar por mí mismo y por mi libertad. El cráneo que he pintado simboliza lo breve que es la vida y que tanta maldad no compensa. Sus vacías cuencas hablan por sí solas. Ya no hay solución, la humanidad se autodestruirá... Jamás alcanzará las estrellas, lo mismo que nunca alcanzó sus sueños. ¡MALDITA ESPECIE! ¡CABRONES! Desde que salí del ¡puto! Correccional, dejé de confiar en los hombres; la codicia ha podrido sus corazones...
Pintado con pintura plástica industrial sobre una sábana gorda. Colección de diez cuadros sobre caninas, todos de iguales medidas.
Este es el nº 8. Juan Castro Carmona, el Sevillano, Torreblanca la Nueva (Sevilla). Pintado en 4 días. Año 1971".
Características:
El Gran Soñador. Año 1971. (Nº 8 de la serie de diez cuadros sobre caninas de igual medida). Obra enmarcada con un marco realizado por su autor. Pintura plástica industrial sobre tela. Medidas: 94 x 120 cm.
Autor: Juan Castro Carmona.
El arte del carboncillo.
DIBUJOS DE JUVENTUD DE J.C CARMONA Y SUS AMIGOS MANUEL R. Y ELADIO.
Adorables Reliquias en Blanco y Negro.
Carmona jamás pisó una escuela o academia donde se impartiera la enseñanza reglada del noble arte de la pintura, por ese mismo motivo, a la temprana edad de 14 años, llamaron poderosamente su atención los carboncillos realizados por sus dos recíprocos amigos: los pintores, Manuel Rodríguez, apodado “Diez Pesetas”, y Eladio.