MÁS EVIDENCIAS SOBRE EL DESCARADO PLAGIO DEL PINTOR MIQUEL BARCELÓ
Por encima del esfuerzo y el honor prima la ambición y, consecuentemente, surgen los grandes fraudes como el de Miquel Barceló.
Al contrario de lo que puedan creer las mentes mal pensantes, el pintor Juan C. Carmona no persigue ni dinero ni fama con esta revelación, tan sólo pretende obtener algo más difícil si cabe: "JUSTICIA", (o sea, el reconocimiento de la autoría de su obra taurina plagiada por Barceló), porque, ¿quién se atreve hoy en día a anteponer esta noble virtud, sopesada en la balanza de la ecuanimidad, por encima de los veleidosos intereses de la fama, el dinero y el poder...?