PIEZAS ORNAMENTALES Y DECORATIVAS DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XX.
Pareja de bustos femeninos soportados por columnas y diversas piezas labradas en piedra.
Restauradas y conservadas por el pintor Juan Castro Carmona.
Concretamente del año 1920, datan la pareja de exquisitos bustos femeninos soportados por dos columnas corintias, realizado el conjunto en piedra policromada, confiriéndole calidez y realzando la prestancia y elegancia de las figuras.
Piezas que proceden de la casa de la Señora Recuerdo de Almagro C/Real, que en su día estuvo repleta de valiosas antigüedades y cuya fachada fue llevada al lienzo por el pintor Carmona en el año 1988, quedando reflejada en su cuadro titulado "Este pueblo se llama Almagro", pintura que le abrió las puertas del domicilio de la citada señora y de su esposo, el señor Vicente, con quienes entabló una relación de amistad.
Convertida actualmente la casa de la señora Recuerdo en un Hotel Rural, su originaria fachada queda fielmente reflejada en ese primer cuadro sobre motivos almagreños, dejando constancia de su arquitectura primigenia.
Gracias también a este matrimonio, llegó a sus manos, ese mismo año de 1988, el inédito y antiguo libro sobre Almagro escrito en alemán y datado en 1610 (Tratado de Agricultura, Arquitectura y diversos oficios de Almagro y sus cuarenta poblaciones) recopilado por Carmona en su libro, editado en el año 2017, que lleva por título Almagro, El Legado de Tiempo (1610-2016).
Estas esculturas, junto con a otras piezas y mobiliario, fueron adquiridas posteriormente por el pintor, entrado ya el siglo XXI una vez fallecidos sus dueños, desmantelada su vivienda y desperdigados sus bienes.
Por otra parte, las piezas formadas por sendos leones, copa y dos piñas, esculpidas también en piedra, proceden del único Casino que queda en Almagro, de los dos que había a principios del siglo XX: “el de los ricos” y “el de los productores”, quedando este último edificio como única referencia tangible de su pasado, que sometido a una remodelación a principios del siglo XXI, fueron a parar al contenedor sus motivos ornamentales: leones, cálices y piñas. Elementos decorativos que llamaron la atención de Carmona, quien se apresuró a rescatar los menos dañados salvándolos de quedar sepultados en la escombrera.
Y ahí siguen estas esculturas pétreas, restauradas y decoradas por el pintor en tonos dorados, dado el alto grado de deterioro estético que padecían, impregnadas de suciedad centenaria, siendo durante decenios testigos de la vida de todo un pueblo, e ilustrando al mismo tiempo con su presencia buena parte de su histórico pasado. Sin duda merecían un destino mejor, y Carmona las devolvió de nuevo la vida, dejando constancia de su historia.
Características:
Pareja de bustos femeninos, modelados en piedra, con sus respectivos soportes en forma de columnas corintias del año 1920: Medidas de las columnas: 80,5 cm de altura; medida de cada busto: 68 cm de altura
Pareja de leones, piñas y copa, esculpidos en piedra, procedente de la cornisa del Casino de Almagro de principios del siglo XX. Medidas de los leones: 40,5 cm de altura. Medidas de la copa y pareja de piñas: 28 cm de altura.