Tesoros almagreños: Donación del doctor D. Huberto Domínguez.

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CABEZA DE TORO, DONACIÓN DEL DOCTOR D. HUBERTO DOMÍNGUEZ.

A LA PLAZA DE TOROS DE ALMAGRO EN 1910.

CERTIFICADO MÉDICO, DEL AÑO 1941, EXPEDIDO POR D. HUBERTO.

Esta cabeza de toro, de hierro forjado, la donó, en el año 1910, a la Junta empresarial de la Plaza de Toros de Almagro, el médico cirujano y aficionado a los festejos taurinos D. Huberto Domínguez (1873-1964), quien mediante una carta enviada a su amigo y colega Eduardo Toledo le informa de los hechos acaecidos en Almagro en el año 1932:

“Estimado Edu, por la presente te hago saber la gran salvajada cometida en la plaza de Almagro. La sinrazón ha provocado una gran catástrofe, quedando convertida en campo de batalla: quemada, destrozada y rapiñada... Me siento avergonzado de mis paisanos; la contagiosa  locura y la sinrazón han hecho mella en sus vanas mentes, quemando incluso la talla de madera del toro que talló el gran escultor Samuel Luna.

Recuerdas cuando me acompañaste al Rastro, a la chamarilería aquella donde adquirí las dos cabezas de toro de hierro y el traje del torero Bocanegra que toreó en mi pueblo en 1863, cuyo lote doné a la Junta. Pues bien, el traje fue robado junto con las cabezas de toro que colgaban a ambos lados del palco presidencial.

Siento vergüenza y rabia… Ya sabes de mi carácter impetuoso y lenguaraz al ser testigo de tales desmanes... Lo que más me duele ha sido la pérdida del traje del torero, una reliquia de enorme valor histórico y cultural.

El terrible suceso ha quedado plasmado en toda la prensa Nacional, incluso  El Correo de la Será (periódico italiano) se ha hecho eco, con pelos y señales, de tan feo asunto."

El tiempo se encarga de ponerlo todo en su sitio... Han transcurrido ciento catorce años desde su donación y el destino ha vuelto a valerse de Carmona para rescatar al menos una de aquellas cabezas de hierro, puesto que al observarla detenidamente, le vino al pintor a la memoria la imagen de una antigua fotografía del palco presidencial, de la mencionada plaza taurina, en la que aparece el doctor acompañado de su colega y amigo Eduardo Toledo, en primer plano, y las dos cabezas de toros al fondo.

Imagen de la que se desprendió hace ya tiempo, junto con un importante lote compuesto por más de cincuenta valiosos documentos, entre fotografías y cartas, algunas de ellas escritas en francés, destacando aquellas que hacían mención a Doña Celestina Domínguez, una maestra almagreña de finales del siglo XIX, de quien conserva hoy en día su magnífico y bello diploma restaurado y enmarcado por el pintor, -quedando, asimismo impreso en su libro Almagro, El Legado del Tiempo (1610-2016)-, incluyendo recetas y certificados médicos originales escritos de puño y letra por don Huberto como el aquí expuesto.

No obstante, algunas de estas misivas fueron recopiladas por Carmona de forma manuscrita, hallando entre ellas la piedra angular de este rompecabezas que va tomando forma y consistencia mediante el contenido epistolar anteriormente citado.

Por otra parte, atendiendo el requerimiento del vendedor de esta antigua belleza taurina de hierro, Carmona ha de atenerse a la cláusula de silencio, manteniendo su nombre en el anonimato, y permitiéndole revelar únicamente los datos que le ha proporcionado, tales como que la pieza en cuestión procede de un taller madrileño regido por un tal Tomás de Miguel; que apareció en el año 1941 en Valdepeñas, pasada la guerra civil, y posteriormente fue adquirida por una persona del Moral de Calatrava, hasta que finalmente llegó a manos de su último propietario, dueño hasta ahora de esta espléndida cabeza de toro. 

Las vicisitudes que llevaron al pintor a desprenderse de buena parte de los valiosos documentos que tuvo en sus manos, aparecen también reflejadas en su controvertido libro de Almagro que, en su día, fue objeto de mofa por parte de los pseudo-historiadores locales y de todos aquellos incrédulos y desconfiados que jamás dieron crédito a las razones de Carmona, quedando aún por publicar un buen número de ellos que cuentan con más de 400 años de antigüedad, demostrando a cada paso la veracidad de todo lo expuesto y la enorme riqueza patrimonial almagreña rescatada, restaurada y conservada por este genial pintor.

Al mismo tiempo que enaltece con su gesta, la figura de D. Huberto, ilustre personaje y excelente médico almagreño, agradeciéndole, a título póstumo, su preciada donación a la plaza de toros de Almagro, mediante la colocación de esta fabulosa cabeza sobre un soporte de madera realizado por Carmona, expresamente para la ocasión, con su correspondiente placa conmemorativa, dejando así marcada su histórica huella para la posteridad.

Características:

Cabeza de toro de hierro fundido. Principios del siglo XX: Donación del doctor Huberto Domínguez a la Plaza de Toros de Almagro en 1910. Colocada sobre un soporte de madera realizado por Carmona. más una placa conmemorativa. Medidas de conjunto: 65 x 45 cm. 

Certificado médico original de D. Huberto Domínguez, del año 1941. 

Transcripción literal:

"Don Huberto Domínguez López, en medicina y cirugía, con residencia en Almagro, inscrito con el número 141 en el Colegio oficial de Médicos de esta provincia.

Certifico que María de los Dolores Pintado Domínguez de esta natural vecindad, de veintitrés años de edad, soltera, no padece enfermedad alguna de carácter contagiosa ni defecto físico de ninguna especie. Asimismo, certifico que ha sido examinada con resultado débilmente positivo y le ha sido aplicada la vacuna antitífica.

Y para que así conste donde convenga, y a instancias de la interesada, expido el presenta certificado.

En Almagro, a trece de mayo de mil novecientos cuarenta y uno".