“MI AMIGO RAIMUNDO, EL HOMBRE DE LAS RATAS” (1967-68)
Homenaje a Raimundo, ¡un ser extraordinario!
Dedicado especialmente a los lectores/as de "El Talento Oculto".
Aquellos privilegiados lectores que hayan tenido ocasión de leer el libro autobiográfico de Juan C. Carmona El Talento Oculto, sin duda retendrán en su memoria el capítulo en el que el pintor, haciendo gala de su ingenio, narra con espontánea naturalidad y con todo tipo de detalles las pésimas condiciones de vida, de salubridad y de extrema pobreza en las que andaba sumergido Raimundo, “El hombre, de las ratas”, curioso personaje que rezumaba bondad por los cuatro costados, ofreciéndonos una visión tragicómica en el marco de la pésima situación en la que se hallaba (Véase el capítulo de El Talento Oculto titulado “El tío Inmundo” pág. 735-739).
Ambos se conocieron cuando el pintor contaba con 15 años de edad y trabajaba en la chatarrería del señor Antonio, arrimándole algunas pesetillas extras cuando este iba a vender su chatarra, y convirtiéndose pocos años después en su benefactor al sacarle del lugar infecto en el que habitaba, tal y como Carmona refiere en su librillo manuscrito que lleva por título: “La Tecnología ha reemplazado a Dios” (1971-72), en el que, entre otros dibujos, surge el de Raimundo pintado del natural, en el año 1972, disfrazado con una chaqueta de circo obsequio de Encarna, La Trapera, del que Carmona extraería un espléndido retrato pictórico de gran formato para regalárselo a este “pordiosero de gran corazón”.
Con anterioridad, y a la edad de 16, ya le había realizado el presente retrato pictórico.
Los mencionados últimos escritos, el dibujo de Raimundo y este retrato son obras, entre otros muchos documentos manuscritos, pinturas y dibujos, que han llegado por distintas vías y con posterioridad a la publicación de "El Talento Oculto" a las manos del pintor, por tanto requieren ser recopilados en una nueva publicación que se está gestando actualmente.
El retrato de Raimundo parece extraído de una antigua pintura flamenca, con la salvedad y la dificultad añadida, además de la juventud del artista, de estar realizado con pintura plástica industrial
La ingenuidad infantil que desprende su inocente y dulce mirada ignora la malicia, y su aspecto excesivamente desaliñado y sucio, tal y como refiere en el dorso del retrato, lo enmendó ligeramente Carmona en esta espléndida obra de juventud, en el que Raimundo porta uno de sus colgantes artesanos, que él mismo hacía con piezas recortadas de madera de diferentes formas, vendiéndolos posteriormente en el Rastro madrileño o por la vía pública para obtener algún modesto beneficio.
Si el director de cine Federico Fellini hubiese conocido a este personaje, alicaído de hombros, habría superado con creces sus expectativas, añadiéndolo sin dudarlo su filmografía… Y, por supuesto, El Talento Oculto es un extenso, variado y excitante guión, extraído de la vida real del pintor Carmona, que da de sí para más de una gran película.
Estas primicias que ponen rostro a Raimundo, van especialmente dedicadas a todos aquellos/as lectores de "El Talento Oculto", que sin duda estarán encantados de conocer la viva imagen del personaje en cuestión, reflejada en estas magníficas joyas de juventud del pintor.
Asimismo, su retrato queda realzado colocado en un magnífico marco tallado por el escultor Eugenio Arias Barros en el año 1970 y decorado recientemente por el pintor.
Y a continuación, les transcribo el texto escrito por el autor en el dorso del cuadro:
Homenaje a Raimundo, ¡un ser extraordinario!
"Yo le llamo "El Inmundo". Vive en una casa en ruinas; hay miles de ratas, cagadas, "meaos" y desperdicios; chinches y garrapatas, y algunos gatos y perros muertos. La peste que hay te hace devolver. Tiene un gato gordo y grande que está todo el día matando ratas, se llama Bandido y cada vez que caza una rata se la lleva al Inmundo dejándosela a sus pies. Vive con la Lola que está majareta, pero los dos son muy buenos conmigo. Tiene un piano negro al que sólo le quedan doce teclas y está todo roto. El cree que lo toca muy bien y, a veces, me dice: "¡Sevillano, te voy a dedicar una canción!" Y se pone a berrear de tal manera que me muero de risa. ¡Pobre hombre! Tiene las manos siempre negras, le faltan dientes y la ropa se le cae a cachos, y como no tiene ningún botón en la bragueta se le sale la polla a menudo, pero a él no le importa. Mi amiga, "La Milagritos", dice que El Inmundo tiene los ojos muy bonitos y que le da mucha pena. Este retrato se lo he pintado en tres días. Dice que le gusta posar para mí. La Lola dice que lo he sacado muy propio, le encanta. Mi amigo El Diez Pesetas dice que es una obra de arte".
Características:
Raimundo, el hombre de las ratas (1967-1968). (Obra enmarcada con un marco del escultor Eugenio Arias Barros).
Pintura plástica industrial sobre madera. Medidas:32 x 45 cm. Medidas del conjunto: 44,5 x 54,5 cm.
Este es Inmundo (1972). Dibujo del natural, realizado con bolígrafo negro sobre papel, perteneciente al librillo cartoné titulado "La tecnología ha reemplazado a Dios" (1971-72). Medidas: 15,5 x 23,5 cm.
Autor: Juan Castro Carmona “El Sevillano”. (Firma del pintor en su época de juventud).