¡UN GENIAL CUADRO CON UNA GRAN HISTORIA!
"¿Pero, esto lo has hecho tú?" (1967-68). Obra de Juan C. Carmona.
Corrían otros tiempos, ni móviles, ni vídeos, ni internet, ni redes sociales, ni tan siquiera el acceso a una simple fotografía estaba al alcance de cualquiera, tan solo algunos acomodados gozaban de las prebendas de ver sus imágenes reproducidas sobre papel, reservando este tipo de eventos al resto de los mortales, sólo para ocasiones señaladas: bodas, bautizos, comuniones... La cotidianidad se vivía en vivo y en directo, afrontando el día a día cara a cara en cualquier clase de relación, ya fuera de amistad, laboral, etc., pues incluso el teléfono para uso particular quedaba aún fuera del alcance de gran parte de la población
Y en este contexto, se desarrollaba, allá por los años 60, la ajetreada vida del por entonces adolescente Juan Castro Carmona, uno de los mayores genios de la pintura gestado en nuestro mundo contemporáneo que surgió de la nada, de la más absoluta de las miserias, de la incomprensión, del abandono familiar, de la desidia social e institucional… Su desbordante energía y tesón fomentaron su talento de tal manera que cada pincelada, cada cuadro suponía un nuevo reto, un vertiginoso vuelo hacia otra esfera creativa, plena de conocimientos, rebosante de belleza de luz y de color.
Luego, a falta del sustento y apoyo familiar, sus miles de cuadros generados en su juventud a base de esfuerzo y desmedida ilusión debían ser mostrados y admirados para encontrar una recompensa anímica, emocional y alimenticia que le permitiese mantener su fiebre pictórica a elevados niveles de desarrollo imaginativo e intelectual, generando constantemente nuevas ideas, nuevas formas, conceptos y colores…
De modo que la calle, tomando el relevo materno, era el lugar idóneo, con la pesada carga de su intrínseca dureza, el único medio al que podía aspirar este joven pintor para dar salida a sus creaciones, deambulando de un lado para otro, conociendo a más y más personas, tratando con galeristas de todo pelaje…, observando sus comportamientos, luchando a brazo partido defendiendo sus obras para no ser explotado, ni engañado, ni menoscabado…
No resultaba fácil sortear los escollos que se encontraba en su camino, no obstante, esta colosal pintura titulada ¿Pero, esto lo has hecho tú? (1967-68), realizada entre los 16 y los 17 años de edad, surge de la indignación del pintor, de su impotencia ante la incredulidad del ocasional observador de sus cuadros, ya fueran abstractos o figurativos, que a menudo ponía en duda su autoría e incluso la negaba de manera rotunda sin reconocer tan siquiera su propia firma.
De modo que Carmona, haciendo alarde de un ingenio sin igual, suplió con creces la tarea divulgativa de la emergente tecnología pasada y actual, y a falta de otras pruebas visuales que acreditasen su trabajo ante los ojos ajenos, este jovencísimo pintor decidió plasmar su figura en varias telas de gran formato que superaban los dos metros de largo representándose a sí mismo ejecutando diferentes motivos y titulando cada una de ellas con los interrogantes que asiduamente ponían en tela de juicio su autoría aquellos con los que se encontraba a su paso, con títulos como el anteriormente mencionado y otros similares: “¿¿¿Pero, esto lo has pintado tú???”, es la primera de las pinturas de estas originales obras realizada a los 15 años de edad, a la que le segurían varias más...
De esta serie de impactantes motivos, autorretratado en plena acción pictórica y creativa, tan sólo conserva Carmona la subyugante pintura expuesta en el presenta artículo, puesto que el resto fueron adquiridas.
En ella, el joven pintor de aspecto andrógino, acentuado por el hecho llevar el pelo largo, ocupa la parte central del cuadro, de espaldas al espectador, subido en una caja de Pepsi Cola su bebida favorita de entonces e inspiradora de muchos de sus cuadros y de sus delirantes y famosas “Noches de Pepsi-Cola” de entonces, -tal y como refiere en su autobiografía El Talento Oculto-, mientras se halla enfrascado en la realización de uno de sus cuadros abstractos de atrayente colorido y sugerentes formas, que a falta de caballete y bastidor lo fija en la pared usando diferentes elementos adhesivos: cintas, esparadrapos... De esta manera tan poco ortodoxa pero eficiente, a falta de medios, era como realmente realizaba la mayoría de sus pinturas que, una vez acabadas, descolgaba y enrollaba. Por este motivo, muchas de sus obras de juventud,- concretamente aquellas que no fueron adquiridas-, jamás se expusieron, colocándolas recientemente en su bastidor para enmarcarlas a continuación con un marco también realizado por él.
En contraste con el cuadro abstracto plasmado por el pintor en esta misma obra, los primeros planos trabajados magistralmente de forma realista cobran un especial protagonismo confiriendo al conjunto un carácter espontáneo y vital que empapa nuestros sentidos de luz, color y veracidad, de tal manera que nos parece contemplar el trabajo en directo de este joven genio de los pinceles.
No obstante, como la condición humana tiende a negar la evidencia y a creer a "pies juntillas" las grandes mentiras generadas por los diferentes sistemas de poder, unido a los bulos de cualquier índole generados por envidia, por afán de desprestigio y asimilados por los mismos motivos o por ignorancia por los demás, hasta hace poco, y después de llevar toda una vida creando y pintando miles de cuadros corría el rumor, muy socorrido en ciertos círculos para desprestigiar a Carmona, de que sus cuadros eran en realidad adquiridos y firmados a posteriori, y por tanto, él “no pintaba nada”, hasta que optó por salir a la calle para ejecutar algunas de sus obras en directo, además de mostrar varias de sus pinturas por redes sociales, con lo cual ese rumor, es de suponer, que a estas alturas habrá quedado sobradamente desmentido.
Teniendo en cuenta, además, que sus cuatro publicaciones editadas hasta ahora recogen profusamente su obra pictórica y dos de ellas son extensos catálogos que quedan oficialmente registrados.
Características:
¿Pero, esto lo has hecho tú? (1967-68): (Obra enmarcada con un marco realizado por su autor). Pintura plástica industrial sobre loneta: Medidas: 220 x 150 cm.
Autor: Juan Castro Carmona, el Sevillano. (Firma del pintor en su época de juventud).