"MI VIEJA MALETA TAURINA" (1966 y 1970)
¡UNA AUTÉNTICA Y EXCLUSIVA PIEZA DE MUSEO!
Decorada y pintada por el pintor Juan C, Carmona.
Tan sólo el brillante ingenio del pintor fue capaz de llevar a cabo, con sumo arte y destreza, la atrayente y vistosa decoración de esta vieja maleta, y en ella, plasmar con tal grado de naturalidad y realismo esa magnífica cabeza de toro a la edad de 19 años (1970), de tal modo que llamaba poderosamente la atención de los transeúntes, con la dificultad añadida de pintarla sobre sobre un elemento curvo.
Su interior pintado con anterioridad a la edad de 15 años es también digno de lucir en los mejores museos, así como la tapa interna de madera que cubría su preciado equipaje, repleto de pinturas de la misma temática, recreando en ella una bella estampa taurina ejecutada bajo las mas adversas circusntancias, mientras permanecía ingresado en el Correccional de Carabanchel Bajo (Madrid) en plena etapa franquista (1967).
Asimismo, suponía un enorme esfuerzo trasladarla de un lado a otro con su carga adicional, usando mayoritariamente como único medio de transporte el rudimentario “coche de San Fernando: unas veces a pie y otras andando”.
Estos íntimos recuerdos de juventud son rememorados con nostalgia por Carmona, pues sólo sus palabras son capaces de dotar de vida a ese duro y resplandeciente pasado suyo, plagado de múltiples luces y sombras, que rezuma arte por los cuatro costados.
Y dice así, el artífice de esta original joya:
“Ha transcurrido nada más y nada menos que más de medio siglo desde que pinté esta maleta, fiel compañera de aquellos lejanos días de mi juventud, testigo mudo de mis andanzas y aventuras.
Con ella recorrí aquel viejo y añorado Madrid de antaño… Su interior, repleto siempre de cartones pintados con motivos taurinos, presto para ofrecerlos a módico precio a los turistas que visitaban el Museo del Prado y, sobre todo, a los de la plaza Mayor, cuartel general donde me atrincheraba, acosando a diestro y siniestro con mi reiteradas ofertas…
Su original y hermosa decoración que realicé con la intención de llamar la atención de la gente cumplió sobradamente con su cometido y en más de una ocasión me la quisieron adquirir, pero me unían a ella demasiados y preciados recuerdos…
Aún hoy en día, yo mismo me quedo perplejo de como plasmé en su tapa esa preciosa pintura rebosante de vitalidad y esa cabeza de toro bellamente ejecutada por aquel muchacho de 19 años empujado como un pistón por la ilusión de la vida y por el arte de la pintura.
Por encima de la recompensa económica, cada pintura que vendía me llenaba de alegría y de orgullo, acrecentando poderosamente mis ganas de pintar más y mejor. Mi disciplina y voluntad jamás decayeron, sintiéndome útil ofreciendo un trozo de mi alma en cada una de las pinturas que entregaba.
Esta vieja maleta es un trozo de mi historia vital y artística, y sin duda alguna una magistral pieza de museo que contiene las cicatrices del tiempo y el desgaste de las múltiples batallas ganadas a la lucha diaria por aquel muchacho soñador e íntegro en su oficio.
El paso tiempo con su pesada carga doblega nuestros cuerpos, pero mientras la mente siga activa e intacta nos invita a solazarnos, añorando aquellos apreciados y amarillentos tiempos".
Características:
Mi vieja maleta taurina (1966 y 1970): Pintura plástica industrial sobre cartón. Medidas: 62 cm de larga x 42,5 cm de ancha x 16 cm de altura.
El Cordobés en Vista Alegre (1967): Pintura plástica industrial sobre madera. Medidas: 59 x 40 cm.