Cazando ratas en "El Vacie" (1967)

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"MANUEL, "EL BIZCO", Y YO CAZANDO RATAS EN EL VACIE". Año 1967.

¡Una explosión de color y genialidad!

Ajenos a la mirada de los aventureros fotógrafos americanos que se adentraban en las entrañas de la España profunda, de esa España de la posguerra hambrienta de pan, a fin desvelar la vida en la que se desenvolvían los más desheredados, Juan C. Carmona, el niño de siete años y hoy gran genio de la pintura, y su amigo Manuel, “El Bizco”, se afanaban por cazar ratas, iconos de la miseria, como si les fuera la vida en ello, en el más olvidado de los andurriales dejado de la mano de Dios y de las autoridades: El Vacie, llamado así porque allí se vaciaba toda la basura de Sevilla, y donde la pobreza extrema continúa a día de hoy siendo un endemismo.

Estaban tan enfrascados en su tarea, que ni se percataron del disparo de la cámara que captó en escasos segundos esa irrepetible escena para la posteridad.

El caprichoso destino con sus azarosas reglas, quiso que años después llegara a manos del niño-pintor esa instantánea, guardada por una tía suya, a quien, en agradecimiento por su consentimiento, los avezados fotógrafos se la habían regalado.

Y ni corto ni perezoso, este joven genio de 16 años, preso injustamente en el Correccional del madrileño barrio de Carabanchel Bajo, se puso manos a la obra, y a toque de espátula y pincel plasmó en breve esa escena plena de color, espontaneidad y vitalidad, mientras el eco de su infancia en Sevilla revivía de nuevo en su memoria, sugiriéndole la idea de dejar por escrito constancia de su especial “técnica de caza-ratas” en el dorso de su cuadro.

La imagen fotográfica se extravió entre la bruma de los avatares del tiempo, quedando esta genial pintura, recordatoria de la penuria, de la enorme capacidad de superación de un ser como Carmona nacido en la más absolutas de las miserias que, sin desvanecer, alza su vuelo para alcanzar las más altas cotas de la creatividad.  

En su genuino e impactante libro autobiográfico El Talento Oculto, el pintor recopila en sus numerosos escritos de juventud sus múltiples experiencias y pensamientos descritos de puño y letra sobre papel e incluso en el dorso de cada uno de sus cuadros, como en este caso, que dice así:  

"Este cuadro lo he pintado en el Correccional sobre un cacho de sábana. Lo he copiado de una foto que nos hizo un americano del año 1958, cuando vivíamos en El Vacie de Sevilla, al lado del cementerio. "El Bizco" me enseñó a cazar ratas poniéndoles como cebo bolas de leche en polvo que les gustan mucho, ¡pero son muy listas! Hay que poner las bolas siempre en la misma posición del sol para que les dé en la cara y no puedan vernos. Así cuando nosotros nos ponemos detrás de ellas no proyectamos sombras, las cuales delatarían nuestra presencia, si giran la cabeza y te ven. Hay que quedarse más quieto que una estatua y cerrar los ojos un poco, así pareces una estatua y no se fijan en ti. En cuanto se ponga a comer hay que ser muy rápido y cogerla por detrás por el pescuezo y así no te pueden morder, ¡casi nunca falla! ¡Las hay muy grandes y gordas! tienen mucha fuerza y te “relían” el rabo entre la mano, entonces ·"El Bizco" tiene que ayudarte a desenliarlo, pero eso ya lo hemos “arreglao”, quemando con un cerillo el rabo por debajo, ¡entonces se sueltan rápido!"

“El Sevillano” Carabanchel Bajo (Madrid). Año 1967.

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Características:

Manuel. el Bizco, y yo cazando ratas en el Vacie (Sevilla). Año 1967: (Obra enmarcada con su marco original, restaurado y decorado por el pintor).

Pintura plástica industrial sobre un trozo de sábana. Espátula y pincel. Medidas: 78 x 60 cm.

Autor: Juan Castro Carmona, el Sevillano. (Firma del autor en su etapa de juventud).