UNA HISTÓRICA PIEZA DE MUSEO:
Baúl de finales del XIX, perteneciente al químico almagreño D. Federico Relimpio y Ortega (1862-1919)
¡Titánico trabajo de restauración realizado por el genial pintor Juan C. Carmona!
Este baúl, de enorme peso, grandes dimensiones y magníficamente construido, es herencia de varias generaciones de almagreños que fue rescatado por Carmona del pajar de una antigua casa de Almagro hace ya varios años, cuyo propietario le aseguró el origen del mismo.
Recientemente el pintor se ha empleado en su restauración, limpiando, lijando, reparando y embadurnando la desgastada piel que lo recubre con grasa de caballo hasta dejarlo en óptimas condiciones. Eso sí, respetando siempre su antigüedad para que los cierres y otros engarces junto con la placa con el nombre de la manufactura familiar que lo llevó a cabo, sita en Madrid y con el nombre de Sucesores de Miguel G. Baranda, todo ello de metal, no brillen tanto que parezcan nuevos. Preservando también la base externa del baúl, más deteriorada, con varias capas de un barniz especial e impermeabilizante que lo conservarán durante tiempo indefinido.
Mantiene sus ruedas de pequeñas dimensiones aún servibles, aunque ya muy desgastadas por el uso, adicionando cuatro pequeñas patas torneadas, talladas también por el pintor, que lo aislarán de la humedad evitando su deterioro, realzando al mismo tiempo su enorme envergadura.
- La imágenes adyacentes muestran el antes y el después de su restauración.
Características:
Baúl de finales del siglo XIX perteneciente al químico y catedrático almagreño Federico Relimpio y Ortega (1862-1919): Medidas: 88 de largo x 80 cm de alto x 58 de ancho.
Restaurado por Juan Castro Carmona.